Las empresas
disponen de múltiples recursos y también precisamente por ello, asumen
responsabilidades sociales que en realidad, les permiten devolver a la
sociedad, parte de aquellas utilidades que la misma sociedad les permitió
obtener.
La RSE es una
circunstancia que motiva a las empresas a asumir su realidad social y a
colaborar con aquellos fenómenos sociales o personales que necesiten algún
apoyo.
Tampoco caben dudas
que los recursos destinados a la RSE, constituyen una inversión, que si bien
puede ser considerada a largo plazo, no por ello carece de importancia dentro
de las decisiones a futuro de la organización.
Sin embargo, a veces
pueden aparecer quejas. Personas
dentro de la empresa asumen que los recursos destinados a la RSE, podrían ser utilizados para
mejorar la situación del staff dentro de la organización.
Si bien esto lleva
implícito un cuestionamiento a la política empresarial al no reconocer que las diferentes partidas poseen destinos
determinados y que todos ellos contribuyen a un mejor desempeño institucional, es
ésta una situación que puede constituirse en un problema.
¿Cómo resolverlo?
Una forma de prever
el problema y/o las quejas precedentes, podría ser
incorporar al staff como beneficiario en alguno de los programas de RSE que
lleve adelante la empresa; otra forma de encararlo sería mediante la
participación activa del staff, en la realización de estos programas.
Escuchar la queja, y encarar el problema es una forma de prevenir y
allanar el camino a fin de llevar a cabo en forma exitosa un programa de RSE.
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