En un mundo en el que
predomina la perspectiva del consumidor, las empresas se ven obligadas a
realizar proyectos de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) con un doble
objetivo: por un lado, contribuir a mejorar la calidad de vida de sus propios
empleados y de la sociedad en general, y por otro, sustentar y favorecer su
imagen, con vistas a insertarse adecuadamente en los mercados.
En su libro
“La era del vacío” (1983), el filósofo francés Gilles Lipovetsky, expuso la tendencia posmoderna a privilegiar la libertad, pero, al mismo
tiempo, “a responsabilizar al individuo y a las empresas, obligándoles a una
mayor movilidad, innovación y elección” en
sus interrelaciones sociales.
En
este sentido, el filósofo autor de obras como “Los tiempos hipermodernos”,
considera que el consumo tiene un rol terapéutico en la sociedad actual,
rompiendo las barreras del espacio y el tiempo, para instituirse como una
presencia constante en la vida de las personas.
Plantea que en la sociedad actual estamos frente a una forma de
consumo mucho más racional, que ya no está tan determinada por aspectos como la
clase social, la marca, etc., sino que puede mezclar en un mismo paquete
objetos de bajo coste con prendas de lujo.
Lipovetsky afirma
que el consumo diseña una identidad cultural más que social, ya que
la razón principal de la compra es la de poder proyectar valores y
reflejar actitudes vitales que el individuo se atribuye.
La importancia que atribuimos
a la RSE, está dada fundamentalmente por la realidad de los tiempos líquidos
que mueve a empresas y consumidores a establecer vínculos transitorios, para
intentar construir relaciones más sólidas que permitan el beneficio mutuo,
privilegiando el compromiso social y con la mirada puesta en las generaciones
futuras.
Bibliografía
Lipovetsky, G. (2000). La era
del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Barcelona: Anagrama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario